
La primera computadora de la historia se llamó Mark I (1944) y era un pequeñito armatoste de 15,5 metros de largo por 2,40 de alto y 0,6 de ancho con un peso de casi 5 toneladas. Este ordenador de "sobresuelo" era capaz de hacer cálculos tanto básicos (suma, resta, multiplicación y división) como de ecuaciones complejas, pero el tiempo medio que le llevaba procesarlos era de aproximadamente 1 segundo para los básicos y hasta 5 segundos para los complejos.
Hoy en día existen computadoras aún más grandes y posiblemente más pesadas que el Mark I pero su capacidad de cálculo es infinítamente superior. Es el caso por ejemplo del supercomputador MareNostrum, una increíble máquina, curiosamente ubicada en una capilla de Barcelona , con capacidad de proceso de 62.6 Teraflops, es decir, 62.6 billones de cálculos complejos por segundo. Esta vertiginosa cifra la sitúa como la más potente de Europa.
A la izquierda el Mark I, con sus ingenieros supervisando los procesos. A la derecha el MareNostrum dentro de una urna de cristal refrigerada. Para comprender la brutal diferencia entre estas supercomputadoras diré que lo que procesa MareNostrum en solamente 1 segundo el Mark I hubiera tardado 1.964.760 años.
No sé, al ritmo al que avanzamos quizá algún día cada uno de nosotros tengamos un MareNostrum sobre el escritorio.
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