El ¡hip! ¡hop! de mi primo

Nunca olvidaré un día en que mis primos y yo decidimos ir a esquiar a Andorra. Como día de esquí transcurrió normalmente, como muchos otros, unos descensos por la mañana y después de comer, por la tarde, regresábamos a Barcelona, pero aquel día ocurrió algo tremendo que siempre recordaré y que no tuvo lugar en las montañas precisamente sino en el coche, durante el viaje de vuelta a casa.

Yo conducía y charlaba con uno de mis primos, el que ocupaba el asiento del acompañante, y transcurridos unos pocos kilómetros, de pronto nuestra conversación se ve interrumpida por un fuerte ¡hip! que procedía de la parte trasera. Era mi otro primo al que le había dado hipo, así que no le dimos importancia.

Pasados unos minutos parecía que aquel hipo no tenía intención de desaparecer, su rostro visto por el retrovisor ya era de preocupación, intentó por todos los medios conocidos deshacerse de aquel espasmo continuo pero sin éxito, probó aguantando la respiración, bebiendo, comiendo, abriendo la ventanilla para tomar aire fresco y nada, otra vez ¡hop!... otra vez ¡hip!...

Tengo que decir que la situación era tan cómica que por cada 'hip' que soltaba, su hermano y yo reíamos de tal manera que las lágrimas nos salían a chorro y las abdominales dolían como si las hubiéramos estado ejercitando durante dos horas en el gimnasio, algo fuera de lo normal, pocas veces me he reído así. Por un momento él reía con nosotros a trompicones, pero ni eso logró anular el dichoso hipo.

La situación acabó con el coche parado en la cuneta, vomitando después de más de una hora de ¡hip hop!. Eso por fin acabo instantáneamente con el hipo más bestia que he presenciado nunca. Por cierto, no es que seamos malas personas, pero es que ni en esa escena final podíamos parar de reír, perdón primo.

Una vez en casa y analizando lo sucedido me pregunté ¿qué es el hipo? ¿por qué se produce? ¿es cierta la efectividad de los famosos métodos para remitirlo?

El hipo es una contracción del diafragma, situado entre el tórax y el abdomen. El diafragma actúa directamente en el sistema respiratorio por lo que al sufrir un espasmo provoca que inhalemos súbitamente. Como acto reflejo y para evitar esta entrada de aire tan repentina, el epiglotis (membrana situada en la parte posterior de la lengua) se cierra, provocando ese sonido característico al cual debe su nombre.

Son varias las causas por las que se produce, por ejemplo ingerir rápido mucho alimento, beber algo muy frío o muy caliente, un ataque de tos, un ataque de risa (¿por eso le duró tanto?)... pero lo divertido de todo esto son algunos de los ingeniosos trucos de la abuela para quitarlo.

-Beber boca abajo- Este es lo más, ¿quién pensaría tal cosa?

-Hacer el pino- Vale y si le entra hipo a mi abuela ¿qué hacemos? ¿beber boca abajo? complicado...

-Respirar con una bolsa- Este visualmente puede crear confusión para quien lo ve desde fuera, así que no lo recomiendo.

-Beber 7 tragos de agua- Este se nota que tiene una base científica.... recordad, 7, ni 6 ni 8, 7

-Aguantar la respiración- Ahí las dao, si no respiras no tienes hipo, evidente. Este tiene un 100% de efectividad, eso sí, mientras no respires.

-Comerse una cucharada de azúcar- Oye, y si me la echo en un cafelito ¿funciona?

En fin, podría seguir pero son tantos los remedios que no acabaría nunca. Para mi lo que realmente funciona para quitar el hipo es precisamente no pensar en él, pero que se lo digan a mi primo.....