Cómo hacer cerveza casera, seguro que más de uno se lo habrá preguntado alguna vez. La verdad es que yo tengo una manera eficaz y rápida de hacer cerveza, al instante, sin esperar, rubia y fresquita.
Es posible, que alguna vez al abrir la nevera para coger un zumito de cebada, nos hayamos encontrado con la desgraciada situación de que se nos ha acabado y no sean horas como para poder comprar más. Bien, lo único que te puede salvar de tal tragedia es que en tu frigorífico dispongas de bitter. Sí bitter, esa bebida extraña de color rojo que guardas por si algún día viene tu abuela a casa.
Os preguntaréis, ¿y qué tendrá que ver la cerveza con el bitter?, pues en realidad mucho, porque se puede convertir en cerveza en un instante!! ¿Y cómo? pues es tan sencillo como abrir el bitter y echarlo en un vaso. ¿No me creéis? Aquí os dejo un vídeo también casero que he subido a YouTube para demostrarlo, luego os explico cómo hacerlo.
Bueno antes de nada pido disculpas por el enfoque y el encuadre, suspendí el examen de filmaker, aunque eso sí, está grabado en HD para que podáis ampliarlo y verlo con mayor detalle.
¿Sorprendidos no? una cervecita a partir de un bitter al instante!!! Qué cachondo!!!
Esto en realidad no es más que un efecto, desde luego no se ha convertido en cerveza, pero el resultado es increíble. El aspecto final es de una cerveza perfecta, rubia, con sus burbujas y su espuma característica.
¿Cuál es el secreto? Pues muy sencillo. Antes de verter el bitter hay que extender en la superficie interna del vaso 2 o 3 gotas de lejía. Con más cantidad parecería agua y con menos no acabaría de comerse el color rojo. Es importante lo de mojar el vaso por las paredes internas y no limitarse a poner las gotas simplemente, ya que si lo hacemos así, no conseguiremos la uniformidad en el color, quedaría la parte de abajo transparente y la parte de arriba roja.
Esto en realidad no es más que un efecto, desde luego no se ha convertido en cerveza, pero el resultado es increíble. El aspecto final es de una cerveza perfecta, rubia, con sus burbujas y su espuma característica.
¿Cuál es el secreto? Pues muy sencillo. Antes de verter el bitter hay que extender en la superficie interna del vaso 2 o 3 gotas de lejía. Con más cantidad parecería agua y con menos no acabaría de comerse el color rojo. Es importante lo de mojar el vaso por las paredes internas y no limitarse a poner las gotas simplemente, ya que si lo hacemos así, no conseguiremos la uniformidad en el color, quedaría la parte de abajo transparente y la parte de arriba roja.
¿No hace falta que diga que NO SE PUEDE BEBER la "cerveza" no? Este es un truco visual, para nada el resultado se puede ingerir.
Pues nada, ahora ya podéis ver la cara de asombro que se le queda a tu amigo cuando en sus narices ve un bitter convertido en cerveza.
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