El deporte es algo que ha acompañado al hombre desde sus primeras civilizaciones hasta nuestros días. Existen muchos tipos de deportes con infinidad de modalidades y variantes, pueden ser individuales o en equipo, mentales como el ajedrez, físicos, acuáticos, de invierno, etc. Actualmente, dedicarse a cualquiera de ellos profesionalmente requiere de un continuo esfuerzo y dedicación ya que las competiciones son cada vez más exigentes.
Si consideramos la preparación física que hay que tener para ciertas competiciones hay una que se lleva la medalla de oro sin ningún tipo de dudas, el Decatriatlón, o también llamado, el DecaIronman. La verdad es que no me extraña que le pongan ese nombre, los que se atreven con una cosa así, más que atletas, son máquinas.
Todo el mundo conoce la dureza de un triatlón. En la modalidad olímpica el atleta tiene que recorrer 1,5 km nadando, 40 km en bicicleta y 10 km a pie, todo seguido y en el menor tiempo posible. Por otro lado está la versión de larga distancia, el Ironman, que consiste en 3.8 km a nado, 180 km en bicicleta, y por si no han tenido bastante, un maratón!!, es decir, algo más de 42 km!!.
Ya me parece algo extremo lo del triatlón de larga distancia pero es que eso no es nada comparado con el DecaIronman, que como su nombre indica, es 10 veces más largo, más duro, más bestia, más... en fin, más Ironman.
Consiste en 38 km nadando, 1800 km en bicicleta y 10 maratones!!!, algo inhumano por Dios!!!. Espera... ¿he dicho que estas pruebas se hacen seguidas sin parar?. Y para complicar la cosa, por si fuera poco, les ponen un límite de tiempo para completarlo, concretamente 14 días. La cosa sería así:
- 48 horas para completar los 38 km nadando.
- Hasta el décimo día para completar los 1800 km en bicicleta.
- Los 4 días restantes para completar los 420 km corriendo.
Vale, a mi ya me ha dado un infarto sólo de pensarlo, no sé a vosotros. Es una prueba en la que muy pocas personas se atreven a participar, y muchas menos las que consiguen completarlo a tiempo. Se pueden contar con los dedos de las manos los atletas que lo han logrado, son como la élite de lo sobrehumano.
Verdaderamente ya es un logro el simple hecho de acabar a tiempo, pero esta gente no se contenta con eso sino que encima consiguen unos tiempos incomprensibles. El año pasado, por poner un ejemplo, el francés Christian Mauduit completó esta locura de casi 2.300 km en 199 horas, 9 minutos y 29 segundos. Es algo así como ir de Madrid a París y volver en poco más de 8 días.